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Las medusas son seres marinos preciosos que deambulan sigilosamente por nuestros mares desde hace más de 500 millones de años. Tienen un cuerpo gelatinoso simétrico y se caracterizan por no tener cerebro. Sin embargo, a través de sus receptores nerviosos situados en sus tentáculos, estos les permiten identificar cualquier posible presa o alimento que se encuentra alrededor suyo. Tanto los machos como las hembras pueden liberar óvulos y espermatozoides a la vez, lo que facilita su supervivencia. Las medusas pueden vivir hasta 6 meses, y sólo la Turritopsis Nutricula, es inmortal.

Sobretodo, en el verano hay que prestar mucha atención en la playa ante la presencia de las medusas ya que sus picaduras nos pueden provocar daños graves en nuestra piel.
Durante los últimos años ha habido un gran aumento de medusas debido a la disminución de depredadores, principalmente tortugas y grandes peces, al calentamiento y contaminación de las aguas marinas.

Qué hacer ante la picadura de una medusa

Las medusas más peligrosas en el mediterráneo son la medusa luminiscente, la avispón marina y la carabela portuguesa.
Si has sido picado por una de ellas, lo primero que debes hacer es protegerse las manos con unos guantes, o usar unas pinzas, para retirar los tentáculos del animal que pudiesen haber quedado en la piel de la persona afectada. Por mucho que pique, no debes rascar ni frotar la zona afectada.
Lo mejor es retirar esos tentáculos con el agua del mar, o suero fisiológico si se tiene a mano. Luego, debes aplicar en el área afectada compresas mojadas de agua fría, entre 30 y 60 minutos, ya que el calor destruye las secreciones urticantes de estos animales. No olviden de visitar siempre un medico para que lo inspeccione y lo trate correctamente en caso de alergia o según la gravedad de la rozadura.